Lo que le atrajo en un principio de la danza fueron la técnica, la mecánica, la fuerza. Con los años aprendió que subirse a un escenario era montarse en una hoja en blanco donde podía “expresar diferentes versiones de tu vida”.
Para el mayagüezano David Rinaldy Soler, las bellas artes son fundamentales para la expresión del ser humano. “Se pueden hacer cosas extraordinarias cuando luchas por tus sueños, quiero incitar a los 29 millones de jóvenes que hay en Puerto Rico a que hagan algo extraordinario en sus vidas”, expresa.
Y es que, Soler lo ha hecho. Empero, cumplir esta meta no fue sencillo para él, a quien le ha llevado 20 años de carrera, ya que su camino inició en la sala de su casa en Mayagüez, a los doce años cuando decidió que el baile sería una parte esencial en su vida. A los 22, salió de su casa para continuar sus estudios y carrera profesional y con mucha disciplina, carácter y trabajo ha logrado este sueño.
“Es un sentimiento de libertad extraordinario”, explica, “cualquier cosa en la vida que valga la pena hacer requiere un sacrificio. Pero esto no lo considero un sacrificio porque tengo una meta muy clara”.
“La danza me ha dado la oportunidad de poder hacer algo en mi vida, contribuir a mi sociedad, hacer feliz a mi familia, poder a través de la danza inspirar a las personas, inspirar a los demás a inscribir sus sueños, a creer en que se puede lograr cualquier cosa que decidas con trabajo y esfuerzo; es lo más importante y la razón principal por la que bailo”.
Trayectoria
Comenzó su formación con tan solo nueve años en el Ballet Clásico y Contemporáneo del Municipio de Mayagüez, bajo la dirección de Héctor Serrano Franklin.
Continuó su formación profesional en la Escuela de baile Western Ballet Theatre, donde se inició como bailarín profesional en 2010. Se destacan también entre sus maestros: Brenda Negrón, Elmer Pérez, Nana Badrana, Mummy Badrena, Cris Ferrer, Lourdes Gómez, Jesús Miranda, Joaquín Benegas, entre otros muchos, con lo que adquirió una formación y desarrollo como bailarín de manera significativa.
Después de Western Ballet Theatre le llegaron varias propuestas, una en Puerto Rico, otra en New Jersey Preformance Art Center y (CoDa21) Compañía de Danza Siglo21 bajo la dirección artística de Denisse Eliza, en la que decidió quedarse porque le permitía desarrollar los más amplios registros como bailarín, desde los papeles más clásicos hasta las propuestas más contemporáneas.
Ha bailado coreografías de Brenda Negrón, Cris Ferrer y Nana Badrana. Desde su llegada a San Juan el repertorio coreográfico capaz de interpretan se suman los trabajos de Jesús Miranda, Denisse Eliza, Septime Webre, Gina Paterson, Alberto Méndez y Nacho Duato.

“Tienes que estar dispuesto trabajar todos los días, esforzarte más de lo que se espera de ti para poder salir adelante y cumplir tus metas. Yo he tenido que sacrificar muchas cosas, pero lo he hecho porque he sabido que esto es lo que quiero hacer. Tuve que vivir lejos de mi familia muchos años, aún vivo lejos, entiendo que ha sido algo necesario, pero eso no significa que ha sido algo fácil, ha sido lo más difícil”, compartió el bailarín, quien es el primer mayagüezano en convertirse en el primer solista principal de Ballets de San Juan de la nueva generación de bailarines de Mayagüez.
Pese a que ha logrado uno de sus máximos sueños, confesó que este nuevo cargo dentro de la compañía de Ballets de San Juan, es el inicio de nuevos retos y de explorar roles en algunos ballets clásicos y contemporáneos del repertorio internacional e internacional de Ballets de San Juan, que ya tiene en mente varias piezas. Mientras llegan esas oportunidades, una de sus primeras ilusiones es volver a Mayagüez, donde estudió, pero ahora convertido en bailarín solista principal.
“Como bailarín se supone que el sueño es llegar a ser primer bailarín, pero el trabajo no se acaba ahí, sino que simplemente vuelve a empezar; vuelvo como bailarín solista principal a Mayagüez son esos momentos simbólicos los que disfrutas: volver a los lugares donde creciste y te desarrollaste y poder compartir cómo te has crecido como bailarín y como persona.
Una de mis cosas favoritas es regresar a Mayagüez, puedo lograrlo gracias al trabajo colectivo con mi compañera de danza y de vida, Zamary Boucet del MayaWest Dance Project”, destacó el intérprete para quien uno de los grandes aprendizajes en el mundo de la danza, es que antes de cualquier cosa, es un ser humano.
“Es algo muy emocionante para mí, me he dedicado al baile desde que tenía nueve años de edad, con la meta de convertirme en bailarín exitoso, es realmente un sueño hecho realidad, poder lograr esto, no significa que el trabajo se acaba sino que vuelve a comenzar. Es un nombramiento que me da mucha felicidad”
Presentaciones en Mayagüez
A Mayagüez vuelve el próximo 14 de diciembre de 2019 para presentarse en el cierre de temporada de su proyecto independiente “MayaWest Dance Project”, una de las piezas con las que deleitará al público, junto a Zamary Boucet, es el pax de deux de CAMINOS, del coreógrafo Jesús Miranda.
Es una de las paradas que espera con gusto este bailarín para quien lo que le “trae más satisfacción y felicidad es saber que a través de la danza tengo la posibilidad de afectar las vidas de las personas de una manera positiva, hacerlos sentir algo fuera de lo normal, algo que no siente todos los días, para mí eso es lo que significa la danza”.

¿Qué le dirías y aconsejarías a los que hoy comienzan en el mundo de la danza con aspiraciones profesionales?
El mejor consejo es probablemente que se mantengan abiertos al mundo en sí, que intenten encontrar conciencia corporal lo antes posible para evitar lesiones y tener una alimentación correcta, dormir bien, estiramientos, invertir en cuidar tu cuerpo siempre sin machaque y trabajando orgánicamente con tu cuerpo que es tu vehículo para el baile y la vida. También mantener tu mente abierta a algo más que la danza, para desconectar: música, conciertos, artes, fotografía… enfocar tu energía en otras cosas… Que cuando salgan de bailar y ensayar exista otra vida donde disfrutar y desconectar para dejar espacio mental y no auto-exigirse en exceso. “La danza me ha hecho mejor”.
¿Qué sientes antes de que se abra el telón, cuando estás bailando y cuando se cierra el telón?
Me he dado cuenta que mucho depende de mi estado de ánimo, del espectáculo, de diferentes situaciones y emociones. Pero si en el escenario me sale todo como lo tenía previsto, entonces siento una gran satisfacción. Probablemente, lo más importante para mí no es hacer algo físico o técnicamente (duro) en el escenario, sino trasmitir de una manera emocional la sinopsis del espectáculo, para que haya un intercambio de energía con el público. Mi objetivo es entregar al público mi energía positiva, para que se quede contento con lo que haya visto, o sea, contar la historia. Si además técnicamente todo sale bien, mejor todavía. Pero para mí en primer lugar está la historia del espectáculo. Cuando veo que el público me ha entendido, se ha quedado satisfecho con este punto, entonces me siento bien.
¿David qué es para ti la aceptación?
La aceptación consiste en valorar la situación desde lo positivo, sin juzgarla, sin valorar si es buena o mala. Aceptar las cosas que vienen, así nos ayuda a ver todas las alternativas que puede haber. No nos podemos olvidar de que el ser humano tiene muchas aptitudes que quizás no conocemos y esa situación desagradable nos ayuda a probar otros campos, descubrir y darse cuenta que uno puede hacer muchas otras cosas.
Cuando algo ocurre, es por un motivo; y es una oportunidad para darse cuenta y evolucionar, para ver la vida desde otro prisma y valorar otras cosas, otras aptitudes, otras formas de vida que están esperándonos. Mi mejor consejo es que acepten la situación por mas desagradable que sea porque no pasa nada, siempre puede haber otra alternativa, y probablemente mejor.
laislaoeste@gmail.com
Un comentario sobre “Bailarín mayagüezano se destaca como solista principal de Ballets de San Juan”