Denuncian nuevo hallazgo de bolsas biomédicas en desembocadura de Río Grande de Añasco

Por Daileen Joan Rodríguez / La Isla Oeste

Volvieron los desechos biomédicos a la playa. El tema ha sido harto investigado por décadas en la desembocadura del Río Grande de Añasco, donde se han encontrado cientos de bolsas plásticas de las utilizadas para contener sangre de laboratorio.

Esta vez, respondiendo a varias quejas de los residentes locales sobre el continuo hallazgo de estos desechos biomédicos en el litoral, los voluntarios Steven Deverr Winchell y Steve Tamar, inspeccionaron el área, obteniendo resultados angustiantes como develan las fotos compartidas por la Fundación Surfrider de Rincón.

La “madre” de los riesgos biológicos, con líneas catéteres con agujas y bolsas de sangre, estaba enredada en una canastilla de plástico negro en plena playa. “No estoy seguro si eso está relacionado con el uso médico (¿se parece más a una pieza de automóvil?)”, mencionó el voluntario, haciendo referencia a la canastilla.

Según la publicación, Steve reconoció el logotipo de G&W Labs en una botella de plástico, y también dijo haber encontrado otros contenedores que parecían los suministros típicos de laboratorios médicos, por lo que urgió no solo a investigar la basura de riesgo biológico, sino también los desechos de laboratorio.

Fundacion Surfrider Rincón

“Parte de esta basura tenía el ID (identificación con logo) del fabricante y tal vez los números de planta / producción, así que veremos si esto nos ayuda a rastrear a los responsables”, acotó, instando a la ciudadanía a estar atentos.

Se han reportado desperdicios en Añasco, Rincón y Mayagüez

En el año 2008, se investigó el hallazgo de desperdicios biomédicos en el litoral costero entre los municipios de Añasco y Mayagüez. 

En septiembre de 2013, durante la Limpieza Internacional de Costas y Playas que coordina Scuba Dogs Society, un grupo de voluntarios hallaron 19 bolsas plásticas de recolección de sangre en el sector La Mora del barrio Maní, área que comprende entre el Caño La Boquilla y la desembocadura de Rio Grande de Añasco en la bahía de Mayagüez.

En el 2014, la Comisión para el  Desarrollo Integral de la Región Oeste, que entonces presidía el exrepresentante Efraín de Jesús, realizó una vista pública para investigar la presencia de estos desperdicios biomédicos en la zona marítimo terrestre.

En otra vista pública de seguimiento, Weldin Ortiz Franco, ayudante especial de la entonces directora de la Junta de Calidad Ambiental, Laura Velez, dijo que la sangre contenida en las bolsas no era humana y presentó ante la Comisión cameral la teoría de que las bolsas médicas podían ser de transfusiones de sangre que se les realizan a los perros de pelea en el bajo mundo. 

La agencia presentó el caso a la fiscalía de Mayagüez para proceder con herramientas de procesamiento criminal, en espera de resultados de pruebas forenses para determinar la procedencia de las bolsas, ya que solo se encontró cierta numeración en las mismas pero no rotulación de su manufacturero. 

Se dijo entonces que la agencia había visitado varias compañías de distribución de materiales para veterinarios, sin lograr pista de donde fueron adquiridas.

 “Se han visitado múltiples compañías de distribución de materiales a veterinarios. Estas compañías no reconocen que el tipo de bolsas de desperdicios biomédicos encontradas estén siendo utilizadas actualmente en el mercado. Los hallazgos de la investigación al momento llevan a la JCA a descartar que el material encontrado en las bolsas sea de sangre humana. Además, existe la posibilidad de que este material no se haya generado en tiempos recientes. Se mantiene la sospecha de que este material llegue a la playa por el Río Añasco”, precisó la presidenta de la JCA en un comunicado emitido en septiembre de 2014, cuando la JCA difundió un protocolo de manejo de desperdicios biomédicos a los capitanes de costas que participan de la limpieza de playas.

Para entonces, se dijo que entre septiembre de 2013 hasta esa fecha se habían hallado 395 bolsas de desperdicios biomédicos en el lugar.

Nuevamente para el año 2016, se hallaron bolsas de desecho biomédico y de vertedero clandestino ubicado aguas arriba del Río Grande de Añasco.

La investigación recibió continuidad mediante resolución presentada por los representantes José “Ché” Pérez Cordero y Maricarmen Mas Rodríguez, en 2017. En junio de 2018 bajó el informe preliminar, donde destaca: “Los hallazgos de desperdicios biomédicos datan desde los noventa. A pesar de que se ha logrado identificar el material en la costa, nunca se ha recibido información sobre quien es la persona o entidad que está arrojando los desperdicios en el lugar. Al tratarse de una situación de hace décadas el proceso de identificar al responsable resulta sumamente complejo”.

En marzo de este año, los representantes presentaron la Resolución de la Cámara 1318 para ordenar a las comisiones de Desarrollo Integrado de la Región Oeste; de Salud; y de Agricultura, Recursos Naturales y Asuntos Ambientales de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, realizar una abarcadora y urgente investigación sobre los hallazgos de desperdicios biomédicos en el litoral costero de los municipios de Añasco y Mayagü;ez, los cuales ocurren constantemente, a los fines de referir los hallazgos de la investigación a todas las agencias pertinentes para fijar responsabilidad civil o criminal.

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