Por Linette E. Flores, CFE, CICA, MBA / Examinadora de Fraude Certificada*
En un mundo cada vez más conectado y virtual, la tecnología se ha convertido en un arma de doble filo, pues mientras permite crear nuevas herramientas para prevenir el fraude y la corrupción también proporciona a los criminales nuevas formas para delinquir.
El fraude es actualmente un «problema global» con un costo de 3,600 billones de dólares en el ámbito empresarial, según el Reporte a las Naciones del 2022 del (ACFE). De hecho, el fraude cometido por individuos contra las organizaciones que los emplean es una de las formas más costosas de delitos financieros que existen. La misma organización de ACFE de los EU, en su informe de 2022 a las naciones, estima que las compañías pierden anualmente 5% de sus ingresos por fraude.
Y llegó la inteligencia artificial. ¿Llegó a detectar y prevenir fraudes o llegó a facilitar los esquemas fraudulentos?
La inteligencia artificial (IA) en sí misma no es inherentemente fraudulenta. La IA es un campo de la informática que se centra en el desarrollo de sistemas informáticos que pueden realizar tareas que normalmente requieren una inteligencia similar a la humana, como el aprendizaje, la resolución de problemas y la toma de decisiones.
Sin embargo, como cualquier tecnología, la IA se puede utilizar tanto para fines legítimos como ilegítimos. Existe la posibilidad de que la IA se utilice para facilitar actividades fraudulentas, como generar información falsa o engañosa, o automatizar estafas u otros esquemas fraudulentos. También se puede utilizar para detectar y prevenir el fraude mediante el análisis de datos e identificación de patrones que pueden indicar actividad fraudulenta.
El uso de la IA en el fraude depende de cómo se implemente y utilice. Estos avances tecnológicos tienen implicaciones de largo alcance, particularmente en el ámbito del fraude. Con herramientas tan poderosas a su disposición, los estafadores ahora pueden engañar a sus objetivos con un nivel de autenticidad nunca antes visto.
Las personas y las organizaciones deben ser conscientes de los riesgos potenciales y tomar las medidas adecuadas para protegerse de actividades fraudulentas, ya sea que involucren IA u otras tecnologías.
Algunas de las formas en que podrían utilizar la IA para fines fraudulentos
Automatización de estafas: la IA podría usarse para automatizar estafas o esquemas fraudulentos, como el envío masivo de correos electrónicos o mensajes de texto diseñados para engañar a las personas para que revelen información confidencial o envíen dinero.
Suplantación de números de teléfono o direcciones de correo electrónico: la IA podría usarse para crear números de teléfono o direcciones de correo electrónico falsos diseñados para engañar a las personas haciéndoles creer que se están comunicando con una entidad legítima.
Generación de documentos falsos: la IA podría usarse para crear documentos falsos, como contratos o facturas, diseñados para engañar a las personas.
Mayor sofisticación de los ataques: la IA podría usarse para aumentar la sofisticación de los ataques cibernéticos, por ejemplo, generando correos electrónicos de phishing más convincentes o adaptándose a las defensas de las organizaciones objetivo.
Los sistemas de IA se pueden entrenar para generar texto o voz diseñados para imitar el estilo, el tono y los patrones de lenguaje de una persona en particular. Esto podría incluir generar publicaciones en redes sociales, correos electrónicos u otras formas de comunicación escrita que estén diseñadas para sonar como si fueran escritas por una fuente verificada. Se pueden usar para generar imágenes o videos para parecerse a una persona en particular. Se pueden usar para manipular perfiles o cuentas en línea para que se parezcan más a la persona que se está suplantando, lo que incluye cambiar la información del perfil o generar una actividad falsa en las redes sociales u otras plataformas en línea.
Según números ofrecidos por el FBI, en 2022 hubo 88,262 personas mayores de 60 años que fueron víctimas de fraude en todo Estados Unidos, incluyendo Puerto Rico. En total, esto significó pérdidas que llegaron a los $3,100 millones. Esto representó un aumento de 84% en pérdidas al compararlo con 2021. En promedio, cada víctima perdió un total de $34,101 mientras que 5,456 víctimas perdieron más de $100,000 en estos timos.
Nos debe preocupar porque esto significo pérdidas ascendentes a $2.4 millones en adultos mayores.
Como comenta Ivelisse Torres, Inspectora General de Puerto Rico, urge educarse, sin educación no hay prevención, pues no podemos prevenir lo que no sabemos.
Para que entiendan la magnitud del efecto que tiene el uso indebido de esta tecnología, explico. Podrían crear noticias falsas, campañas de desinformación y hasta perpetrar estafas financieras. En las voces sintéticas, un estafador podría hacerse pasar por un director ejecutivo, por ejemplo, e instruir a un subordinado para que transfiera fondos a una cuenta fraudulenta. Incluso los videos falsos podrían usarse para fabricar material de chantaje, arruinar reputaciones o influir en la opinión pública.
Algunas recomendaciones
Crear conciencia: es fundamental educar al público sobre la existencia y las capacidades de las voces falsas y sintéticas. Al informar a las personas sobre los riesgos potenciales, pueden estar mejor preparadas para analizar y cuestionar la autenticidad del contenido que encuentran.
Tecnología de detección: los investigadores están trabajando incansablemente para desarrollar herramientas impulsadas por IA que puedan identificar falsificaciones y voces sintéticas. A medida que evoluciona la tecnología, también deben hacerlo las medidas diseñadas para detectarlos.
Marcos legales y regulatorios: el fortalecimiento de las leyes y regulaciones en torno a la creación y difusión de deepfakes puede ayudar a disuadir a los posibles estafadores. Al establecer las consecuencias legales por el uso malicioso de estas tecnologías, se puede crear un elemento disuasorio para desalentar su uso indebido.
Autenticación y verificación: las empresas deben implementar protocolos de autenticación sólidos para verificar la identidad de las personas antes de proceder con transacciones confidenciales. La autenticación multifactor, la identificación biométrica y la comunicación encriptada pueden ayudar a reducir la probabilidad de ser víctima de un fraude de falsificación o clonación de voz.
Importante mantener actualizados todos los protocolos de software y seguridad.
Los rápidos avances en la tecnología deepfake y de voz presentan una amenaza creciente tanto para las personas como para las empresas. Al crear conciencia, desarrollar herramientas de detección, fortalecer los marcos legales e implementar medidas de autenticación sólidas, podemos mitigar los riesgos que plantean estas tecnologías emergentes y protegernos del fraude generado por IA.
La recomendación es educarnos, estar alertas y proactivos en la lucha contra el fraude.
*La autora es Contable, Examinadora de Fraude Certificada; Auditora de Controles Internos Certificada; Especialista en Planillas de Contribución sobre Ingresos; Miembro de la Asociación de Examinadores de Fraude Certificados Austin, Tx & San Juan, PR Capítulo 61. Síguela en FBPage: http://www.facebook.com/Accounting-Services-Fraud-Consulting También le puedes escribir a: l_estronza@yahoo.com
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