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Falla en monitoreo de OSAJ pone en duda eficacia de sistema de grilletes electrónicos

Por Agustín Criollo Oquero

Para la Isla Oeste

La tragedia que ayer en la madrugada sacudió al barrio Hoyamala de San Sebastián, en la que Crucita González Méndez, de 35 años de edad, murió apuñalada a manos de su esposo, Javier Valle Cardona, de 46 años y quien llevaba en su tobillo un grillete electrónico, ha levantado serias interrogantes sobre cuán efectivo es el monitoreo de ofensores a través de estos dispositivos de la Oficina de Servicios con Antelación al Juicio (OSAJ).

Según trascendió, Valle Cardona se encontraba libre bajo fianza, con supervisión electrónica, luego de que el pasado 22 de mayo, la víctima lo denunciara por violencia de género y se le radiicaran cargos criminales. Irónicamente, el martes, la mujer había acudido al Tribunal de San Sebastián para pedir una extensión de la orden de protección que pesaba contra el victimario.

No obstante, solo tomó una ventana de una hora sin monitoreo para que ocurriera la tragedia.

Para la procuradora de las mujeres, Wanda Vázquez, la combinación de fallas técnicas en el sistema de monitoreo y negligencia por parte de oficiales de OSAJ, podrían ser las causas por la cual no se recibió a tiempo la alerta para evitar el crimen.

“Yo pedí el libro de novedades de la OSAJ y lo pude ver, pedí copia de esas páginas donde ya los oficiales venían reportando un problema de retraso en el sistema desde hacía un mes, y que no fue atendido debidamente, así que la petición al Secretario del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), que hay que tomar unas medidas porque aquí se falló en la supervisión”, aseguró la Procuradora.

“Verdaderamente estos dispositivos son una medida de protección y seguridad extraordinaria, el problema que tenemos es cuando entra el factor humano y la supervisión falla. En este caso el sistema mostró un retraso de un periodo de tiempo, que para beneficio de los agresores es muy largo, y aquí obviamente no hubo ninguna respuesta para poder corregir esa situación”, subrayó.

Vázquez enfatizó, además, en que no puede existir ningún tipo de demora entre la señal del dispositivo y el monitoreo de OSAJ, ya que esa brecha de tiempo podría significar un asunto de vida o muerte para las víctimas de violencia doméstica.

“El sistema no puede tener retraso ni siquiera de un minuto, porque en un minuto un individuo puede asesinar a la víctima en lo que la Policía llega. En ese sentido le recomendamos al Señor Secretario que si esta compañía no toma acción inmediata y atiende la situación hoy mismo, se rescindiera del contrato inmediatamente y buscáramos otra compañía que ofreciera el servicio sin eventualidades”, indicó la Procuradora.

La Procuradora fue categórica al indicar que recomendará al DCR a realizar una investigación para adjudicar responsabilidades a los oficiales que atienden el monitoreo de grilletes electrónicos en OSAJ.

Por su parte, el secretario del DCR, Einar Ramos López, aseguró que el retraso en la señal de monitoreo del sistema no es la norma en el sistema pero insistió en que una investigación está en curso para identificar las causas del fallo.

“Aunque sí estaban esos señalamientos, eran de que un día el sistema en un momento dado, no todo el día, estuvo en un retraso de cinco minutos, al otro día no pasó nada, pero al día siguiente fueron 10 minutos de retraso. Ayer sucedió el retraso de una hora, que nunca antes había sucedido, porque yo he indagado y me dicen que es la primera vez que sucede desde el 2011 que la compañía está con nosotros”, explicó el Titular del DCR, quien fue nombrado a su cargo en enero de 2016.

Según indicó Ramos López, a base de las indagaciones hechas por su oficina, el operador del sistema en OSAJ no se dio cuenta de la falla hasta que el operador de la compañía Track Group establece comunicación notificando la alerta. El funcionario explicó que la dinámica de comunicación entre el servicio que ofrece Track Group y OSAJ es parecida a los servicios de alarmas en pequeños negocios o residencias.

“La compañía (Track Group) llama al operador de OSAJ y, aunque el operador está viendo la misma pantalla que él ve, la compañía tiene que llamar como quiera al operador de nosotros, tal como funciona con las alarmas de negocios y residencia. Pero ¿qué pasa? Lo que el compañero está viendo en su monitor es que todo está bien. Cuando lo llama el de Track Group diciéndole de la alerta, el oficial de OSAJ dice que sí la está viendo pero que tenía un ‘delay’ de una hora y el operador de la compañía le dice que sí, que estaban teniendo problemas con el sistema allá, y entonces ahí es que se activa el protocolo, pero ya desgraciadamente era muy tarde”, relató el Titular de Corrección.

“Vamos a fijar responsabilidad si la hubiera, verdad, porque a lo mejor se hizo el proceso y alguien en otro sitio falló y no lo hizo llegar a donde tenía que llegar, entonces ese alguien lo vamos a procesar, según el debido proceso de ley, pero vamos a ser bien enérgicos porque una cosa lleva a la otra. Quizás el reporte no fue el causante pero tuvo haber tenido que ver”, indicó.

Como plan de contingencia para evitar que una tragedia como la de la madrugada del miércoles se repita, el Titular del DCR indicó que se activaron las unidades de patrullaje de OSAJ para monitorear a los ofensores con grilletes durante el tiempo que conlleve completar la identificación de la falla en el sistema.

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