Por Víctor Manuel Vázquez Domenech / Para La Isla Oeste
Isabela. En medio de denuncias de ciudadanos y líderes ambientales de la zona Oeste, la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) realizó una vista pública anoche sobre el borrador y la hoja de datos del permiso de descargas de la planta de alcantarillado de Dorado de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) que ubica en la zona de Villa Pesquera en Isabela.
Un puñado de personas llegó hasta la cancha de esa comunidad para, algunos, ofrecer sus ponencias y otros para solamente escuchar sobre las situaciones que, según varios vecinos del área han denunciado, por alrededor de una década, donde incluyen el depósito de aguas “contaminadas” desde la planta de filtración de la AAA a aguas de la playa cercana a la poza sardinera.
Desde mediados del año 2008 grupos y organizaciones ambientales han realizado foros para presentar sus investigaciones, denunciar la situación y escuchar los reclamos de los ciudadanos, informó Héctor “Tito” Varela, conocido líder ambientalista en entrevista vía telefónica. Explicó que durante esta semana instaron a los ciudadanos a asistir a la vista de la EPA.
“La idea de todo esto es que antes que la Agencia Federal de Protección Ambiental otorgue los permisos para que la planta pueda seguir operando, que se tome en consideración y se ponga en prioridad el hecho de la restauración y las mejoras a la planta de tratamiento de aguas negras de Isabela”, especificó el también profesor universitario.
Jaime Géliga Vargas, Jefe del Programa Municipal de Aguas para la EPA del Caribe, estuvo a cargo de dirigir la vista, escuchar las ponencias y contestar las preguntas.
La planta de Isabela provee para tratamiento secundario cuyo dueño y operador es la Autoridad de Acueductos y Alcantarilladlos. Está diseñada para tratar un promedio de dos millones de galones diarios.
A la vista asistieron personal de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA): la ingeniero Doriel Pagán, vicepresidenta de operaciones, José Rivera Sanabria, director de infraestructura, Nelson Saavedra Barreto, director área de Aguadilla, Eric Rosa Lugo, director de cumplimiento del Oeste y Giovanni Agront, director área Aguadilla
La primera en deponer fue la vice-presidenta del grupo comunitario Rescate Playas Isabela, Katy Valentine Hall, quien explicó que hace una década lleva realizando un muestreo en las aguas de las playas isabelinas. Junto a una veintena de voluntarios, en su mayoría estudiantes universitarios, semanalmente acuden al área donde está la tubería de descargue de la planta de la AAA para realizar el muestreo de la bacteria intestinal esterococos, explicó la también bióloga marina.
Hall mostró varias gráficas donde indicaban las cantidades de bacterias medidas que en algunos casos fueron alarmantes. “Creemos que estas aguas contaminadas a menudo llegan hasta nuestras playas en Isabela”, apuntó.
“Tenemos reportes de varias dolencias que podrían ser causadas por bacterias de aguas residuales tales como: gastroenteritis, erupciones cutáneas, problemas oculares y del oído, infecciones respiratorias, etcétera”, agregó.
“Creemos que esta planta necesita ser investigada a fondo por las razones detrás de estas violaciones y entonces los fondos deben ser asignadas para las reparaciones”, sugirió la líder ambientalista, mientras, exigió que hubiera resultados.
De otra parte, otra de las deponentes, fue la doctora Ileana T. Galanes, profesora de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, informó que en el área del salidero ha visto unos cinco carey por lo que mostró preocupación de que podrían ser afectados por estas aguas contaminadas.
Una residente de la comunidad, se identificó como Paulina Bordoy Valle y relató que desde su casa puede percibir el mal olor que sale de la planta. Describió el olor como uno a excreta.
“Es bien desagradable cuando uno está con la familia compartiendo su cena o uno está con nuestros niños y familiares, que ese olor, nosotros lo podemos percibir y es un olor molesto y es un olor que asumimos está afectando nuestra salud”, comentó.
Mientras, la líder comunitaria de Villa Pesquera, María Pérez Valentín, dijo que hay problemas de malos olores en el área. Instó a que verifiquen las tuberías en las áreas altas de la comunidad. “Por favor mucho mantenimiento en esas áreas”, solicitó Pérez.
Lourdes Irizarry, presidenta de la organización Rescate Playas Isabela cuestionó el por qué no hay consecuencias cuando se hacen violaciones en las descargas. Explicó que cuando se emiten multas por estas violaciones se las cobran a los abonados de la AAA a través de los cargos especiales en la factura.
“La pregunta es: una vez identifiquemos que están violando, ¿Dónde llamamos?, ¿Quién llamamos?, ¿Quien nos responde? ¿Cuánto tiempo tenemos que esperar una respuesta de algo? , exclamó Irizarry.
“Necesitamos saber, si esto se va a otorgar, entonces, quién se va a ser responsable, cuáles van a ser las consecuencias y cuánto tiempo necesitamos darle a ustedes, para que nos respondan”, insistió Irizarry en su ponencia.
Cuestionó, además, el por qué la misma AAA es la que se monitorea. “Estamos poniendo las cabras a velar las lechugas”, mencionó la líder ambiental. Sugirió que debe haber un ente independiente para el monitoreo de las aguas.
Finalmente, Olga Morse, residente hace dos años en uno de los condominios del área, le cuestionó a Géliga si las aguas de la playa de la posita era segura como para ella seguir bañándose en el lugar. No recibió una respuesta contundente pues le indicaron que lo que la EPA monitorea son las aguas que salen directamente del desagüe de la planta y no el cuerpo de agua.
Reacciona la EPA ante las ponencias
En un aparte con La Isla Oeste, una vez culminada la vista pública, Jaime Geliga Vargas, explicó que el Programa Nacional de Descarga de Contaminantes establece que el dueño del permiso es quien tiene que hacer los monitoreos de las aguas.
“No es un requisito establecido aquí en Puerto Rico. Esto es a nivel nacional. Todo programa establece que cuando tú emites un permiso el dueño de la facilidad tiene que monitorear la calidad de su efluente con cierta frecuencia”, aclaró Geliga Vargas.
“Definitivamente nuestro equipo de trabajo, con cierta frecuencia va y los inspecciona, y nosotros no avisamos nuestras visitas. Venimos, verificamos los datos y por la experiencia que tenemos reconocemos, si los datos que están presentes, que se nos presentan, son y equivalen a una buena operación o no debido al conocimiento que tenemos de lo que es la inspección de la planta y la operación de una planta de alcantarillado sanitario”, detalló el jefe.
AAA da su versión
Eric Rosa, director de cumplimiento, sostuvo que las muestras de la AAA se toman una vez al mes.
“Hemos tenido episodios, sí, pero en los últimos meses hemos tomado los problemas que ha habido con equipos. con la misma planta, se han tomado y se han hecho los arreglos pertinentes. En los últimos meses, estamos en cumplimiento”, indicó el ingeniero.
De otro lado, Doriel Pagán, vicepresidenta de Operaciones, indicó que ellos (la AAA) son regulados por la EPA por lo que los visitan, le hacen informes y auditorías.
“Hasta el momento pues ellos no han tenido un asunto relevante como para llamarnos la atención de que la planta está operando inadecuadamente. Siempre hay sus situaciones porque son equipos mecánicos que sufren sus averías pero inmediatamente tenemos personal, que por la situación que es y lo importante que es mantener nuestros equipos operando, de inmediato acuden y lo trabajamos rápido”, justificó Crespo.
“No trabajamos alejados de la agencia reguladora. En todo momento nos están inspeccionando. Y hasta el momento, hemos estado en cumplimiento con todo lo que ellos nos requieren” recalcó Pagán.
En un mes y medio se debe tener una decisión final sobre si se otorga o no este permiso ambiental, informó Géliga Vargas, funcionario de la EPA.
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