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La Influencia árabe en Puerto Rico

Por Yvette Canoura / escritora y periodista

Desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, comenzaron a emigrar a Puerto Rico libaneses, sirios, palestinos, jordanos y otras nacionalidades del Medio Oriente que huían de la persecución del Imperio Otomano y luego del acoso judío por creencias religiosas. Todos con el fin de buscar una mejor vida para ellos y sus familias.

Algunos llegaron a Mayagüez, pueblo que adquirió el cognomento de La Sultana del Oeste. Dice una leyenda que una mujer de rasgos árabes se paseaba por la plaza de Mayagüez y venían personas de otros
pueblos solo para ver su exótica belleza. A través de los años, otros emigrantes del Medio Oriente se establecieron en San Germán, Guayama, Cabo Rojo, Ponce, Caguas, San Juan y Arecibo.

La asimilación de estas familias al diario vivir puertorriqueño fue tal que ya no había distinción con apellidos como Azize, Fas, Galib, Hawayek, Musa, Assad, Mamery, Dahdá y decenas más que aún siendo de origen árabe ya forman parte de nuestro patrimonio.

Recuerdo las mueblerías Tartak y estudiar con amigas de apellidos Abad y Medina sin pensar que sus abuelos o bisabuelos venían de esas tierras lejanas. Tampoco imaginé a los 16 años cuando conocí a mi mentora y editora del periódico El Interrogador, Fátima Seda-Barletta, cuyo nombre y apellido son de origen libanés.

Aclaremos que árabe no es sinónimo de musulmán. Árabe es un idioma y gentilicio que identifica el origen geográfico o racial de la persona que habla esa lengua. Musulmán es una persona que cree y practica la religión islámica. Muchos de los árabes que llegaron a principios del pasado centenario eran cristianos. No obstante, entre los años 1930-1970 la población musulmana en la isla fue creciendo y ahora cuenta con mas de 5,000 practicantes incluyendo puertorriqueños que se han convertido al islam.

En 1981 se estableció la primera mezquita en Río Piedras y ahora hay un total de 9 en los pueblos de Vega Alta, Jayuya, Fajardo, Ponce, Hatillo, Aguadilla, San Juan y Loiza. La cantidad de mezquitas es impresionante cuando se compara a ciudades estadounidenses con 5,000 o más musulmanes que solo tienen una mezquita.

Hoy día es común ver a una mujer usando su “hijab” o velo en un centro comercial, caminando por la calle o hasta en la playa, pero cuando crecía en Puerto Rico las únicas mujeres que cubrían su pelo eran las monjas o las señoras que usaban una mantilla en la iglesia.

Honestamente, no me interesé por la cultura del Medio Oriente hasta que me gradué de Loyola University en Nueva Orleans y conocí a mi esposo Ibrahim quien es de Siria. Él abrió mis ojos a un mundo desconocido y exótico con el cual me he identificado e inspirado para escribir dos libros, en una trilogía, que exploran la cultura, la religión, las comidas y las experiencias que han enriquecido mi vida. Como tributo a la persona que me dio la primera oportunidad de descubrir mi pasión por la escritura le puse a la protagonista de mis novelas Fátima, el nombre de la hija del profeta Mohammed y una de las mujeres más virtuosas en el islam.

La primera vez que visité Siria quedé cautivada con el atardecer mediterráneo y se convirtió en la musa para mi primera obra. Aunque originalmente escribí con el fin de entretener al lector con una historia de romance y suspenso, mis novelas tomaron vida y evolucionaron como un instrumento educativo para romper los prejuicios de una cultura y religión que muchas veces es malinterpretada. Los transporto al Medio Oriente para guiarlos por una aventura que capta mis primeras impresiones de los aromas culinarios, la alegría de la gente, la belleza de los paisajes y la realidad del islam. Comparto todas las cosas hermosas que presencié cuando visité la región.

A menudo añoro estar en Siria al igual que en mi Isla del Encanto pues he forjado mi vida en el estado de Luisiana. Afortunadamente tengo un recordatorio permanente de la fusión cultural de mi Islita y el Medio Oriente, mi hijo Hasan, quien representa esa combinación perfecta de árabe y boricua a la cual estuve ajena durante mis años formativos en Puerto Rico y ha sido mi maravillosa realidad por los pasados 33 años.


La autora nació en el Bronx y creció en Santurce, Puerto Rico. A los 16 años comenzó su carrera periodística. Ha trabajado en radio y televisión donde creó Voces Hispanas, un programa semanal de entrevistas en inglés dirigido a educar a la comunidad sobre las contribuciones de los latinos en Estados Unidos. Su pasión por la cultura y la gente del Medio Oriente la llevó a escribir su primer libro, Mediterranean Sunset (mejor ficción adulta 2019 Louisiana Author Project y mejor novela multicultural 2021 NABE Pinnacle Book Achievement Award) Sus libros están disponibles en Amazon.com, barnesandnoble.com y librerías en Puerto Rico.

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