Por Elizabeth Padilla-Crespo, Ph.D.
La complejidad de los procesos científicos, regulatorios y de la biología misma, son las razones por las que aún no se tiene una vacuna o tratamiento retroviral para el COVID-19. Y en esa carrera para encontrarla, tenemos toda una maquinaria científica diligente, que ha estado trabajando a toda marcha, incesante y aceleradamente.
Tenemos que entender que para desarrollar la cura de esta enfermedad necesitamos del andamiaje de la ciencia básica y la ciencia aplicada. La ciencia básica logra hallazgos de leyes fundamentales de la biología y sus procesos, que son los cimientos para delinear estrategias y medidas clínicas de ataque. Por ejemplo, en el pasado descubrimos los anticuerpos y los principios de la inmunología; y entendimos que al estudiar el material genético de un patógeno (ya sea bacteria o virus) se devela su maquinaria molecular que puede servir de “Talón de Aquiles” para erradicarlo. En el caso del coronavirus, la secuenciación de su genoma reveló su parentesco a otros virus, información de su replicación genética, y todas las proteínas traducidas por ese programita a base de cuatro letras (AUGC) llamado RNA. Además, al conocer su huella genética pudimos diseñar herramientas para detectarlo y cuantificarlo. Todos estos hallazgos son importantes antes de diseñar estrategias de vacunas y tratamientos, y le abren la puerta a la ciencia aplicada y a los ensayos clínicos. Estas pruebas (resumidas en el siguiente diagrama) toman alrededor de 6 hasta 10 años, y son estudios rigurosos y controlados, requiriendo de aprobación de la FDA antes de pasar de una Fase a otra.

Se estima que 5 de 5,000 compuestos químicos que entran a los estudio preclínicos pasan a pruebas clínica con sujetos humanos; y tal vez uno de esos cinco sea efectivo y seguro para llegar a probarse y venderse al público. Los ensayos tardan porque es bien importante determinar la seguridad de la droga o vacuna, y probar que no sean perjudiciales a la salud de las personas.
¿Cuál es entonces el estatus de los ensayos para el COVID-19?
Dada la emergencia, las regulaciones se han flexibilizado, y los científicos del sector publico y privado trabajan sin parar. El primer ensayo clínico en humanos, sin estudios en modelos animales, comenzó el 16 de marzo en Seattle por la compañía Moderna Inc. en 45 sujetos voluntarios (Fase 1). La vacuna no contiene partículas virales, su principio está en inyectar parte del material genético del virus (mRNA-1273) que codifica para la proteína clave en la adhesión a células humanas (“spikeprotein”). La idea es que el sistema inmunológico de los voluntarios inyectados desarrolle la capacidad de reconocer esta proteína, para atacar el virus antes de que entre a las células.
Mientras tanto el 9 de abril, Pfizer Inc. anunció el desarrollo de una droga antiviral que ha resultado exitosa en ensayos preclínicos y espera comenzara probarla en humanos en los próximos meses. Esta compañía, en colaboración con BioNTech de Alemania, está también trabajado en una vacuna cuyos ensayos en humanos comenzaran a finales de abril. Johnson & Johnson empezó a trabajar en una vacuna en enero, y espera comenzar ensayos clínicos para septiembre/noviembre. Tanto Pfizer como J&J esperan que la vacuna/tratamientos estén disponibles a principio del año que viene.
Por otro lado, Gilead Science Inc. ha iniciado dos estudios avanzados en 1,000 individuos (Fase 3), para evaluar la seguridad y eficacia de la droga antiviral Remdesivir. Originalmente concebida para el Ébola, esta droga se desarrolló hace mas una década atrás cuando profesionales químicos sintetizaron el compuesto en el laboratorio y la llamaron “3a”. Este medicamento inhibe la enzima que replica el RNA del SARS-CoV y MERS-CoV, proceso necesario para que la infección del virus sea exitosa y justo el 10 el de abril se publicaron resultados positivosde esta droga en pacientes. Otras drogas que también se tienen en la mira son INO-4800 (INOVIO Inc.) y REGN3048–3051 (Regeneron Inc.), pero hay muchísimas más. La base de datos www.ClinicalTrials.gov posee una lista de los estudios clínicos (privados y públicos) que se están realizando en los Estados Unidos y en 210 países. Al 18 de abril del 2020, este repositorio, señala que mundialmente hay 640* estudios clínicos para el diagnóstico, manejo, tratamiento (incluyendo vacunas) para el COVID-19.
La vacuna para el coronavirus podría estar disponible en un año y medio, expresó Dr. Anthony Fauci, Director de la agencia NIAID y máximo exponente científico en manejo de enfermedades infecciosas en USA. Por las razones expresadas previamente, esto sería “en tiempo record”. Por el momento entonces resta tener paciencia, cuidarnos responsablemente. La mano de obra científica es diligente, y trabaja a toda máquina por nosotros. Estos héroes silenciosos, entran al campo de guerra como flota de operaciones tácticas, sus armas cargadas son pipetas y sus balas los apuntes en sus libretas. “Roma no se construyo en un día…” y la buena ciencia, rigurosa, empírica, reproducible, y éticamente cumplidora tampoco.
*incluye los ensayos que están cativos y reclutando voluntarios, los que estánactivospero no reclutando, los que están reclutando voluntarios sólo por invitación, los estudios planificados pero que aun no están reclutados, y los completados.
La autora posee un Doctorado en Microbiología con énfasis en desarrollo de técnicas moleculares. Ha realizado investigación en Harvard, DOE-Berkeley, Georgia Institute of Techology, la Universidad de Wisconsin-Madison y en países como Tailandia y Nueva Zelanda. La Dra. Padilla a trabajado en el área de política publica científica en la fundación Nacional de Ciencias (NSF) y en elComité de Ciencia y Tecnología del Congreso de Estados Unidos,Es autora y coautora de más de 30 publicaciones y presentaciones científicas, entre las que le resaltan conferencias en agencias federales y congresos científicos, un capítulo de un libro, una aplicación y publicación de patente al U.S.Patent y la Trademark Office (USTPO), y un escrito en el área de Política Pública Ambiental. Sus esfuerzos han sido reconocidos en competencias en U.S., Inglaterra y Japón, y por entidades como la Sociedad Americana de Microbiología (ASM), el CongressionalHispanic Caucus Institute (CHCI), la Federación Europea de Microbiólogos (FEMS), entre otros. En su interés por ayudar a la diseminación y comunicación científica Elizabeth a servido como embajadora de NASA y es parte de la Clase Inaugural del VoicesforScience del American GeophysicalUnion. Actualmente es Profesora Investigadora Distinguida de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto de Aguadilla. Puedes seguirla en Twitter: https://twitter.com/epadilla_jade
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