Por Daileen Joan Rodríguez / Para La isla Oeste
Aguadilla. Ante la escasez de agua que enfrentan los ciudadanos tras el paso del huracán María por la Isla, se han abierto al público dos particulares oasis en el oeste.
María Torres Rosado lleva 33 días sin servicio de agua potable en su residencia en el barrio Caimital Bajo de Aguadilla. Hasta ahora, ella y su familia han estado comprando agua embotellada para consumo.
La situación de esta aguadillana se replica en más de una tercera parte de la población en Puerto Rico, luego de un mes del paso del huracán María, que arrasó con la infraestructura de energía eléctrica, perjudicando –entre otras cosas- el sistema de bombeo de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA).
Empero, la crisis se agrava cada día, cuando al llegar a los supermercados, los consumidores se encuentran con que las góndolas para el agua están vacías.
María asegura que pasa sed, ya que no consigue dónde comprar agua para tomar. “En los supermercados no hay agua. (He ido) a Pueblo, a Walmart, a Kmart, y no hay en ningún supermercado por ahí”, sostuvo.
Este lunes, María se enteró que en el Parque Colón de Aguadilla hay destacada una brigada de la Guardia Nacional de Puerto Rico (GNPR) proveyendo agua potable para los ciudadanos que hasta allí lleguen.
“Somos mi esposo y yo, mi suegra y mi suegro. Somos cuatro”, detalló la mujer que estimó que cada uno consume al menos tres galones diariamente, incluyendo el agua que utilizan para bañarse y lavarse las manos, cocinar, etc. Es así que, del baúl de su carro sacó unos 25 recipientes de galón vacíos, los que de inmediato personal de la brigada militar tomó en manos y procedió a llenar.
De igual forma, Jovino Candelaria llegó en una guagua pickup para llenar con agua varios zafacones y demás recipientes, con la intención de suplir a su familia, que utilizó cisterna hasta que se agotó su abasto. “Nos puede dar como para cuatro días, sirviéndonos de ella limitadamente”, acotó. “Esto es para bañarse y fregar”, dijo. Para el sanitario “cojo agua de lluvia”.
Desde que inició la emergencia la GNPR se sumó a los operativos de respuesta y en conjunto con la AAA han estado trabajando en diferentes puntos de la isla con su equipo especializado en purificación de agua, ya sea de mar, ríos o pozos, para suministrar mediante tanqueros -conocidos como HIPPOS- a los municipios y comunidades en necesidad. La misión está a cargo del Grupo Regional 191 de Apoyo (RSG por sus siglas en inglés), comandados por el Coronel Raúl Gierbolini, según dio a conocer la oficina de Asuntos Públicos de la GNPR.
En la zona oeste se han instalado dos Unidades de Purificación de Agua por Osmosis Inversa; una en el Parque Colón de Aguadilla y la otra debajo del puente, en la carretera PR 2 -entre Isabela y Quebradillas- a la altura del km 104.6, en la Salida hacia el Túnel de Guajataca.
En cada uno de estos oasis hay disponibles entre cinco a seis colosales vejigas, de tres mil galones (3KBags). Cada una toma llenarse entre una a dos horas, dependiendo de si el agua proviene del mar o del río. El público puede ir a buscar agua gratis entre 8am a 5pm.
“Llevamos desde el día cuatro (pasado el huracán) y hemos producido 128 mil galones”, detalló el Sargento Víctor Quintero Castillo, a cargo de la operación en Aguadilla. “Hemos dado a los hospitales, a las escuelas (refugios) a los municipios… han venido de Moca, Isabela, Rincón, Añasco, y ahora se abrió (el servicio) al público que viene con sus recipientes”, detalló el oficial Añasqueño.
“Viene gente con cisternas de 200 a 250 galones. También viene gente con dos o tres galoncitos”, añadió, destacando que aunque la brigada había trabajado misiones similares en Honduras, Guatemala, Santo Domingo, Lousiana (cuando el huracán Katrina), y hasta en Irak durante combate, nunca había sentido tanta satisfacción de servir como ahora, porque lo hace en su tierra natal.
Cabe mencionar que tras varias semanas de continua labor, llegó una brigada desde el Estado de Maryland, a cargo del Teniente Benito Paye, para asistir en la misión, al tiempo en que les sirve de entrenamiento, según explicó el Capellán del Comando de Tropa en la zona Oeste, Julio Vera González.
Procedimiento de purificación
La maquinaria procesa unos 1,200 galones de agua por hora.
Según explicó el Sargento Quintero, el agua (del mar) pasa por un primer filtro (que llaman dolphin), luego pasa por una bomba (raw water) que succiona el agua del mar. De allí pasa a un ducto en espirales que separa arena que el dolphin pudiera haber dejado pasar.
Entonces, el agua pasa por otra bomba que la bombea hacia otros filtros que desalinizan el agua y donde se le inyecta polímero para coagular sedimentos que se quedan y convertirlos en una especie de hojuela –que al pasar por los filtros se retiene fácilmente- y luego pasa por un ducto que contiene piedras y arena, donde se limpia.
De ahí continúa en proceso hacia otros filtros finos que separan las partículas y pasa por otros cartuchos con membranas. El agua que no pasa por la membrana es descartada.
El último paso es añadirle el cloro, cuyo parámetro, es de 2.0 partes por millón. El ph –según Quintero- es de 7.14, cuando el estándar es entre 5 a 9.
Hasta el momento la AAA ha estado visitando estos oasis para hacer la prueba bacteriológica. Aunque se dice que es agua “no potable” -para salvaguardar la seguridad de las personas, a quienes se les recomienda hervir el producto- todos los militares la ingieren.
Hasta Guajataca llegó Neftalí Ginés, del barrio Arenales Alto en Isabela, quien escuchó que estaban regalando agua para tomar y tomó esa ruta para abastecerse. “Hasta ahora hemos estado comprando en diferentes plantas que la procesan para venderla. Ni en los supermercados ni en Sams, ni en Walmart, ayer fui a Costco y no conseguí tampoco”, acotó. El isablelino comentó que “compañeros del trabajo han venido y dicen que sabe buena”.
Hasta el momento el sistema en Guajataca ha producido y distribuido agua potable para residentes de Isabela y Quebradillas.
Por su parte, el Especialista Carlos Eduardo De Jesús, a cargo de la mecánica y operación de los equipos, explicó que desde el 8 de octubre han producido diariamente 48 mil galones. Se han beneficiado unas 600 personas en este oasis, que no tiene fecha de retirada. “Estaremos aquí hasta que se acabe la misión”, apuntó.
Es la primera vez que en Puerto Rico esta Unidad especializada tiene una misión real de emergencia para trabajar, fuera de lo que han sido las de entrenamiento. “No tengo palabras para describir cómo es que el público ha venido a buscar un elemento tan importante (agua). Ha respondido sin precedente. Esto yo no lo había visto, es la primera vez que siento que estoy contribuyendo a mi país con este tipo de misión. Vemos la necesidad en la gente, pero vemos también cómo se comparten recipientes y se ayudan mutuamente”.
Para el Sargento Esly Chico “ha sido sumamente emocionante ayudar a mi gente”. Este afirma que en ocasiones el público manifiesta su agradecimiento llevándoles comida a los militares.
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