
El Colegio de Químicos hace un llamado a la autoeficiencia donde la ciudadanía haga un mejor uso del recurso hídrico
Por Keisha R. Vera Soto para La Isla Oeste
Los más recientes episodios de precipitación han servido para aliviar la sequía que se extendió a través de Puerto Rico, en momentos en que la isla enfrentó parámetros de sequía severa, según el Monitor de Sequía del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USDM, por sus siglas en inglés).
La sequía es una anomalía temporal en la precipitación que puede afectar los abastos de agua e impactar a la población, junto con los distintos sectores económicos, siendo el agrícola el principal. Así lo indicó en entrevista para La Isla Oeste el Químico y candidato a Doctorado en la Escuela de Salud Pública, el licenciado Luis Rivera.
Eventos como la sequía, las inundaciones, episodios de calor extremo, entre otros, siempre han existido. Sin embargo, los efectos del cambio climático, han provocado que sean más frecuentes y duraderos.
“El calentamiento global no provoca este tipo de evento, la sequía se considera como un tipo de evento extremo del clima”.
Luis Rivera – Químico
Rivera señaló que en Puerto Rico hubo un evento de sequía extremo en el 1994. Los que han ocurrido en años más recientes han sido de menor magnitud. Estos fenómenos provocan que se intensifique los ciclones tropicales.
“Estamos viendo huracanes, ejemplo María en un reporte que salió de la NASA establece que solo le tomó 18 horas en pasar de categoría 1 a categoría 5”.

Cómo lidiar con estos fenómenos
En Puerto Rico el sistema de acueductos es funcional, pero no es robusto. Rivera destacó que así lo evidencia el pobre mantenimiento de los embalses por falta de dragados y la pérdida en distribución, que según la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) se produce el 60% del agua potable. Esto puede provocar una escasez hídrica, lo que implicaría que aun sin la sequía los abonados pudieran afectarse en el servicio de agua potable.
Por estas razones, el Colegio de Químicos hace un llamado a la autoeficiencia, donde la ciudadanía haga un mejor uso del recurso hídrico. El licenciado enfatizó que una de las estrategias que pueden hacer es “waterharvesting”, lo cual implica recoger agua de lluvia y utilizarla para las necesidades de los hogares donde no sea necesario que sea potable.
Incluso,exhortan a los agricultores que busquen maneras más eficientes para utilizar el agua, ya que el sector agrícola es el más que utiliza agua. El Servicio de Conservación de Recursos Naturales (NRCS, siglas en inglés) del Departamento de Agricultura Federal ofrece programas voluntarios de conservación para ayudar a los agricultores en la isla. De esta forma se pudieran reducir la erosión de los suelos y con ello los sedimentos que llegan a los cuerpos de agua.
En adición, existen países que utilizan las aguas de escorrentías para usos no potables. Medidas como estas complementan la utilización del agua potable y es más económico que desalinizar el agua de mar. La desalinización es una alternativa, pero es un proceso más complicado.
“Cuando le infligimos daño a la naturaleza nos infligimos daño a nosotros mismos porque nosotros somos parte de eso”.Hemos logrado avances tecnológicos y de convivencia social, pero ese vínculo con la naturaleza es fundamental y no hemos mantenido el justo balance entre el desarrollo y el medio ambiente”, puntualizó Rivera.
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